miércoles, 4 de junio de 2014

Etapas y evaluación de un programa de intervención comunitaria.

A grandes rasgos los programas de intervención comunitaria considerar tres fases muy generales:
  1. Por supuesto, la primera es el contacto, en donde se establecen los acuerdos de trabajo y se desarrolla el plan de acción con base en el diagnóstico realizado.
  2. Posteriormente procede la ejecución del plan realizado previamente, el cual debe estar sometido a un seguimiento y reestructuración constante de acuerdo a las necesidades que surjan durante el proceso.
  3. El cierre, donde se hace una valoración de los resultados para posteriormente establecer nuevos acuerdos. El ideal es que al final las personas sean capaces de manejar por si solas las situaciones que se presenten.


Durante la evaluación de un programa de intervención se deben revisar los siguientes elementos:
  1. Que se presente el problema y las necesidades de la situación. Necesidades en sus cuatro variantes (normativas, percibidas, expresadas y relativas).
  2. El planteamiento de objetivos y metas claras.
  3. En algunos casos, se sugiere realizar un diagnóstico con algunos datos recabados y la literatura relacionada para buscar métodos apropiados a la consecución de los objetivos.
  4. Formulación del programa. Un diseño pormenorizado de todo lo que se planea hacer.
  5. Que el programa haya sido implementado tal y como fue diseñado al inicio de la intervención.
  6. Revisar los resultados obtenidos de la evaluación dentro de la intervención.
  7. Tomar decisiones sobre el programa, ha sido un éxito, se mantendrá o se expandirá, o todo lo contrario.


    Cada modelo de intervención comunitaria esta soportado en distintas bases tanto teóricas como histórico-sociales. A continuación se presentan cuatro artículos que presentan una propuesta de intervención con referencias teóricas completas y relacionadas con claridad a las situaciones presentadas. 








domingo, 4 de agosto de 2013


Psicología Comunitaria. Breve Introducción


Historia

Dos son los ámbitos de origen de desarrollo de la psicología comunitaria: el anglosajón (Canadá y Estados Unidos) y el latinoamericano. En el primero, la psicología comunitaria emerge como respuesta a sociedades que ven aparecer fuertes problemáticas de salud mental en las sociedades industrializadas. Ante estas situaciones los psicólogos sociales, clínicos y escolares convocan en mayo de 1965 al congreso Conference on the Education of Psychologist for Community Mental Health, (Montero, 2004). En éste se propuso una nueva formación para los psicólogos, de tal forma que pudieran ser capaces de intervenir efectivamente en el estudio y solución de problemas ligados a factores “ambientales”, tales como la segregación, la pobreza y la marginación.

En los años sesenta y setenta las condiciones de disparidad económica, política y social de América latina son tan extremas que más que una rama nueva de la psicología, surge un llamamiento a una práctica diferente de nuestra disciplina. Se alude al fuerte vínculo entre las condiciones de vida y la problemática psicológica, haciendo énfasis en un cambio de enfoque que ahora plantea que los seres humanos somos entes activos en la construcción de nuestra realidad, con necesidades y expectativas y no meros sujetos que responden a los estímulos de su entorno social. Montero (2004) afirma que la psicología comunitaria que se propone busca entonces desligarse del “paradigma que la condenaba a la distancia, a una manipulación de las circunstancias de la investigación y de aplicación, no sólo extractiva, sino además falsamente objetiva y neutral” (p.43).

El desarrollo de la psicología comunitaria tanto en el ámbito anglosajón como en el latinoamericano dio lugar teorías, métodos, prácticas e influencias tan diversas que sólo años más tarde, a partir de esfuerzos como el de Isabel Hombrados (1996), se han podido clarificar y categorizar. A decir de esta autora, la Psicología comunitaria posee hoy las siguientes características:

a) Adopta un punto de vista ecológico, esto es, centra su atención en la interacción entre las personas y su entorno, por lo que su nivel de análisis trasciende lo individual para situarse en un nivel más holístico y por tanto, interdisciplinario.

b) “Intenta ser útil y relevante en la solución de problemas sociales. Su misión es crear organizaciones más efectivas” ((p.71)

c) Dirige su intervención al análisis del contexto y las necesidades de los individuos.

d) Asume la posición de que los problemas tengan una solución única y absoluta, sino muchas, diversas y con diferente nivel de impacto.

e) La solución de problemas no ha de centrarse en la “víctima” o en el ambiente sino en la creación de entornos que posibiliten a los sujetos desarrollar habilidades que les permitan gestar mejores condiciones de vida.



Propósitos

Los propósitos de la Psicología comunitaria siguiendo esta línea son lograr una visión diferente de la problemática psicosocial, por ejemplo, la violencia, las adicciones, la delincuencia y otros más, a partir de la investigación como resultado de interacción entre factores ecológicos y los individuos, esto es, en las representaciones sociales construidas por las personas en las comunidades y tiempos específicos.

La psicología comunitaria tiene preferencia por los métodos no experimentales, más cualitativos, sin descuidar lo cuantitativo. De igual manera, si bien hace énfasis en la práctica o el carácter interventivo de su acción, considera que la teoría es importante tanto como punto de partida como de creación de lenguajes comunes para la academia, que permitan la evaluación continua de las intervenciones. Finalmente, la psicología comunitaria centra su acción en comunidades en riesgo en tareas de prevención, más que de tratamiento.

Modelos 
Antes de hablar de los modelos es importante definir lo que es un paradigma. Un paradigma señala, es un modo de conocer, de aproximarse a la realidad, construido por una comunidad científica particular, que emplea una terminología específica para hacer referencia al mundo y sus relaciones.

Hombrados (2013), distingue cuatro grandes modelos o paradigmas en la Psicología comunitaria: el del estrés psicosocial de Dohrenwend, el modelo de la potenciación, el modelo socio- comunitario y el modelo del sistema social – humano. 

Cada uno de estos modelos representa una manera particular de entender la problemática psicosocial, de aproximarse a ella y, por supuesto, un conjunto de valores asumidos por los profesionales que los sustentan. De esta manera, plantea que el trabajo comunitario realizado a la fecha puede categorizarse en cuatro grandes grupos.


El modelo del estrés psicosocial inicialmente propuesto por Bárbara Dohrenwend plantea que los eventos vitales estresantes están determinados tanto por las características psicológicas de la personas en la situación, como por los elementos del entorno. La Intervención debe dirigirse a proporcionar o incrementar todos aquellos recursos (en los mediadores situacionales) que sean necesarios para afrontar exitosamente los eventos vitales estresantes. De esta manera, el modelo ha generado amplias experiencias en Intervención en crisis, intervención en desastres, así como ha llevado a desarrollar programas que disminuyan o eliminen las circunstancias que producen los eventos estresantes, tales como los dirigidos al cuidado prenatal, nutricional, prevención de la violencia, entre otros.



El modelo de la potenciación desarrollado por Julien Rappaport aglutina todos aquellos trabajos de la psicología comunitaria que buscan lograr una condición de dominio o autoridad por la que los individuos o grupos adquieren por sí mismos transformaciones dirigidas a mejorar la calidad de sus vidas y el acceso a bienes y servicios de la sociedad (Fernández y cols. 2011:61). Las intervenciones que se acogen a este modelo se sustentan en tres elementos: 

a) El origen de la mayoría de los problemas está en la distribución desigual de los recursos materiales, sociales y culturales. Una adecuada distribución de los recursos contribuirá a cubrir las necesidades y prevenir la aparición de los problemas. 

b) El derecho de las personas a ser diferentes. Fomentar el protagonismo de personas grupos y comunidades significa trabajar desde sus propios marcos de referencia. 

c) Necesidad de colaboración entre profesionales y comunidad implica la creación y desarrollo de un diálogo horizontal que favorezca el protagonismo de esta última. 


Por su parte, el modelo socio- comunitario tiene como punto de partida la crisis de la psicología social de los años setenta. Según Serrano – García y cols. (2012) los elementos fundamentales de este modelo son el materialismo histórico y la investigación acción participativa. Sus propósitos son la transformación social a través de la acción y reflexión comunitarias. “En tal sentido, sostiene Montero (2003: 146) son acciones políticas, pues son formas ciudadanas de ejercer la democracia”. 

El carácter político de este modelo de intervención en la psicología comunitaria puede resumirse de la siguiente manera: 

a) El trabajo con comunidades con grupos organizados dentro de ellas y con líderes comunitarios exige una perspectiva holística de la situación. 

b) Parte de la consideración de que los problemas que aquejan a una comunidad no son de carácter individual sino que residen en las relaciones interpersonales y sociales. 

c) El énfasis en la praxis comunitaria está en el cambio social y 

d) Las comunidades son las rectoras de su destino. 



Finalmente, en el modelo del sistema social – humano confluyen todas aquellas intervenciones que desde la psicología comunitaria se han llevado a cabo en las últimas dos décadas y que sostienen una visión posmoderna de la sociedad, del trabajo de los profesionales y de ciencia. 

Este modelo parte de la idea de que la globalización, principalmente económica y tecnológica, es parte de un proceso en el que la localización es su complemento antagónico. De acuerdo con Bauman (2001), los grandes grupos humanos concentrados en las ciudades desarrolladas, al mismo tiempo que quienes se quedan en sus lugares de origen, se arraigan identificándose con el mundo global a través de los medios masivos de comunicación. La televisión y más recientemente el internet son las principales ventanas a las imágenes y discursos, promueven ideas y sentimientos de pluralidad como libertad de elección y competencia, que en realidad no existen. En contraste, en las zonas comunitarias se gestan sentimientos de solidaridad e identificación con la cultura local. Ambos procesos son consecuencia de lo global y lo local que, de acuerdo con García (2007), se ubican en cinco dimensiones:  

· De la territorialidad hacia la extraterritorialidad. En el sentido de lo territorial, la migración a las zonas desarrolladas económicamente propicia la erosión de las identidades locales. Los espacios urbanos se fragmentan en barrios disgregando las comunidades y sus procesos de cooperación y solidaridad. 

· De la seguridad hacia la inseguridad. En el sentido de la seguridad, el mercado político se encarga de vigilar y establecer las mejores condiciones para que se desarrolle el mercado económico mermando el poder del Estado para actuar en contra de aquellos que delinquen “dentro de la ley” o con su anuencia. 

· De la movilidad hacia la inmovilidad. De igual manera, se ha mermado consistentemente el poder del Estado para regular los flujos financieros y controlar su capacidad de transferirse y devastar las economías de los países en desarrollo. Consecuentemente, en el sentido de la inmovilidad, las bases de datos son utilizadas para vigilar a las personas, sus intereses o necesidades, sus ingresos y su consumo actual y futuro. 

· De la inclusión hacia la exclusión. En el sentido de la inclusión, los medios de comunicación, Internet como el principal escenario, son el sinóptico moderno y junto con la televisión hacen sentirse a los individuos necesitados de participar del gran consumo, del que en realidad no pueden participar. 

· De la satisfacción hacia la insatisfacción. El tipo de consumo que se ha propiciado en nuestros días no está fundamentado en la satisfacción de una necesidad, sino en creencias, percepciones y valores improvisados. 

Esta situación enfrenta al psicólogo comunitario a escenarios en extremo complejos que necesariamente requieren del replanteamiento de conceptos tales como: “comunidad”, “entorno”, “identidad” y otros, así como de su quehacer y función social.



Potenciación 

De acuerdo con Hombrados (2013): 

El concepto de Potenciación se considera un constructo muy importante en el desarrollo teórico de la psicología comunitaria. Los componentes de este complejo concepto deben ser analizados ya que aunaría diferentes perspectivas teóricas dada su naturaleza ecológica. La potenciación o empoderamiento, como otros la denominan, se refiere a una condición de poder o autoridad y se relaciona tanto con la determinación individual sobre la propia vida y el sentido psicológico de control personal, como con la participación en la vida de la comunidad y la adquisición de recursos. Es un constructo multinivel aplicable tanto a individuos como a organizaciones, lo que conduce al estudio de las personas en el contexto. El concepto también se desarrolla con la intención de ampliar el campo de actuación de la intervención comunitaria y plantea directrices prácticas importantes dirigidas a incrementar el poder de la comunidad. 

Es entonces que este concepto ha dejado de pertenecer únicamente al modelo propuesto por Rappaport sino que ha sido adoptado en general por la Psicología comunitaria para que, como señala Hombrados, oriente sus intervenciones y cada una de las fases que las integran: Identificación del problema y evaluación de necesidades; Diseño, programación y planificación de la acción, Ejecución e implementación; Evaluación y Seguimiento. 


Principios del modelo ecológico del desarrollo humano 

Otra de las teorías que ha recibido mayor aceptación en la psicología en general y en particular en la comunitaria, sobre todo española, es el modelo ecológico del desarrollo humano (en adelante MEDH) propuesto por Urie Bonfenbrenner. 

El MEDH plantea que para comprender a cualquier ser humano es necesario entender los contextos en los que se integra. Así, el comportamiento de una persona es el resultado de la interacción de su carga genética con la familia inmediata y con otros componentes del ambiente, tales, como sus pares, la escuela, la región que profese, los medios de comunicación a los que esté expuesto, tomando por supuesto en consideración su clase social, sus valores culturales y el momento histórico determinado. 

Bonfenbrenner describió seis principios que permiten entender estas interacciones en el desarrollo humano desde las primeras etapas de la vida. El cuadro 1 los expone brevemente:
Principios del MEDH
1
Desarrollo en contexto: el desarrollo humano se encuentra profundamente influenciado por las características de los contextos que rodean a la persona.
2
Habilidad social: la persona necesita desarrollar habilidades sociales para interactuar adecuadamente con su entorno.
3
Acomodación mutua individuo – ambiente: las personas y su entorno se adaptan y se ajustan mutuamente.
4
Efectos de segundo orden: algunos aspectos del desarrollo humano tienen lugar como resultado de interacciones modeladas y controladas por elementos que no están en contacto directo con las personas implicadas.
5
Conexiones entre personas y contextos: las relaciones que transcienden a distintas personas  y contextos influyen marcadamente en el desarrollo humano.
6
Perspectiva del ciclo vital: las características de personalidad y el manejo de las situaciones difieren a lo largo del ciclo vital.
Fuente: Estévez, Jiménez y Musito (2011)

Según el MEDH el desarrollo humano se halla integrado en una abigarrada red de relaciones que expresan la manera en la que los diversos contextos se interrelacionan. La siguiente figura presenta los contextos de desarrollo más significativos en los seres humanos:



El cronosistema es la dimensión temporal del desarrollo de las personas y sus contextos. El microsistema lo conforman los entornos más inmediatos en los que la persona participa activamente. El mesosistema son las interacciones entre dos o más microsistemas. El exosistema son los entornos que no incluyen a la persona como participante, pero en los cuales se producen hechos que afectan al micro y al mesosistema. Finalmente, el macrosistema es el conjunto de creencias, actitudes y valores dominantes que caracterizan al entorno cultural. 


El modelo ecológico en la intervención desde la psicología comunitaria 

Tomando en cuenta el empoderamiento es un constructo multinivel aplicable tanto a individuos como a organizaciones, en el que se da una influencia mutua entre los diversos niveles y cuyo contenido difiere atendiendo a los diferentes entornos, personas y organizaciones a que se refiere (Estévez y cols., 2011: 77), podemos considerar que la potenciación desde una óptica ecológica, puede guiar el trabajo comunitario, como se expone en el siguiente cuadro:

Niveles, procesos y resultados de la potenciación
Niveles de análisis
Proceso de potenciación
(empowering)
Resultados de la potenciación
(empowered)
Nivel
MEDH
Individual
·           Aprendizaje de habilidades
para la toma de decisiones
•Manejo de recursos
•Trabajar en equipo con los demás


• Sentido de bienestar
Sentido de control
•Conciencia crítica
•Comportamiento participativo

Microsistema
Organizacional
•Oportunidades en participar en la toma de decisiones
• Responsabilidades compartidas
•Liderazgo compartido

•Competencia efectiva en manejo de recursos
• Redes de trabajo: coaliciones entre organizaciones
• Influencia política

Mesosistema
Comunitario
• Acceso a recursos de la comunidad
•Apertura de estructuras mediadoras

• Coaliciones organizacionales
• Liderazgo plural
• Habilidades participativas de los residentes en la vida comunitaria
• Valores reflexionados

Exosistema y macrosistema




Al igual que en el MEDH, la teoría de la potenciación considera que es necesario analizar la realidad de las personas en función de los diferentes niveles que integran sus contextos con el fin de comprender cómo ciertos aspectos organizacionales, políticos o económicos tienen un peso específico para favorecer, o en contraposición, para inhibir los procesos de control y de dominio. 

El microsistema es el patrón de actividades, roles y relaciones interpersonales que la persona experimenta más intensa y frecuentemente (familia, escuela, lugar de trabajo, su iglesia). Trabajar en este nivel busca, como puede observarse, que la persona desarrolle habilidades, sepa manejar sus recursos y aprenda o fortalezca trabajar con los demás. 

El mesosistema la interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona participa activamente, esto es, la interacción entre microsistemas (relación entre hogar- escuela, hogar – grupo de compañeros, hogar- grupos sociales). Potenciar a las personas en este nivel pretende incrementar sus oportunidades en participar en la toma de decisiones, la toma de responsabilidades compartidas, así como ejercer el liderazgo compartido. 

Un exosistema se refiere a uno o más entornos que no incluyen a la persona como participante, pero en donde se toman decisiones que la afectan. El potenciamiento en este nivel buscar vincular de forma efectiva lo que ocurre en ambos sistemas. 

El macrosistema contiene el grupo de creencias, actitudes y valores dominantes que caracterizan a las personas y que permean hacia los otros sistemas a través de diversos procesos. La potenciación busca que las personas identifiquen y reflexionen críticamente sobre estos procesos. 

El equipo que lleve a cabo la intervención comunitaria deberá identificar el nivel en el cual puede llevar a cabo su trabajo, sin perder de vista la interacción que este nivel tiene los demás.

miércoles, 12 de junio de 2013

La Psicología Comunitaria




Antecedentes


Uno de los rasgos que definen a la psicología comunitaria latinoamericana, sobre todo a partir de la década de 1970, es su marcada preocupación por la dimensión aplicada del conocimiento psicosociológico y su fuerte orientación hacia la transformación y el cambio social. Esto explica el enorme desarrollo adquirido en este contexto por la psicología social comunitaria, del que dan cuenta los numerosos trabajos publicados (Brandao y Bom Fim, 1999. Campos, 1999; Ferullo, 2000; Freitas, 1998, 2004; Góis, 2005; Montero, 1984, 1994, 2003, 2004; Sanchez y Wiesen Feld, 1991; Serrano Garcia y Rosario Collazo, 1992; Baras-Diaz y Serrano Garcia, 2005; Wiesen Feld 1995; wiesen Feld y Sanchez, 1995).

La disciplina surgió en el contexto de la psicología clínica y fue una recreación a la forma en que tradicionalmente se había abordado la evaluación y el tratamiento de los problemas de la salud mental.


Influidos por los movimientos sociales y ciudadanos de los años 1960, algunos sectores de la psicología norteamericana inician una reflexión sobre la responsabilidad social de la psicología y reivindican la necesidad de intervenir en el contexto social; criticando el reduccionismo psicologista y el individualismo de la psicología clínica tradicional, la psicología comunitaria define como uno de sus principales objetivos la incorporación del medio social en el análisis de los problemas de salud mental. 


En Latinoamerica, la Psicología comunitaria comenzó a desarrollarse en 1970, ya diferencia de lo que había ocurrido en Estados Unidos, su origen no lo encontramos en el ámbito de la Psicología clínica sino en el de la Psicología Social, y tampoco puede ser situado en un momento concreto. La Psicología Social Comunitaria no ha tenido el mismo desarrollo en todos los países Latinoamericanos; mientras que en algunos contextos comenzó a desarrollarse pronto y experimento un rápido crecimiento (Puerto Rico, Brasil, Venezuela, República Dominicana, Cuba, México), en otros países como Chile o Argentina su desarrollo fue mas tardío.


Definición y Objetivos


La psicología Social Comunitaria es la rama de la Psicología cuyo objeto es el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el control y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en sus ambientes y en su estructura social. (Montero, M. 1984).

El objetivo ultimo de la Psicología Social Comunitaria es la intervención Psicosocial con el fin de promover un cambio en la situación de esos grupos.

Ademas de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el control y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social, para solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en la estructura social.

Anteriormente el surgimiento de la Psicología Social Comunitaria en América Latina puede ser considerado como una respuesta a la crisis que la psicología social vivió durante la década de 1970. Los enormes problemas sociales que acuciaban a todos los países de la región hicieron que en América Latina quedaran especialmente patentes las limitaciones y la falta de relevancia del conocimiento generado por la psicología social hegemónica. La necesidad de dar respuesta a estos problemas reivindico un cambio de rumbo de la disciplina. 



El foco de atención se desplazo desde el individuo hasta la comunidad en la que este se encuentra integrado. frente al carácter individualista de la psicología social dominante, la psicología social comunitaria parte del supuesto de que los problemas que afectan a los grupos sociales no tienen su origen en las características personales de sus miembros sino en la estructura social en la que estos se sitúan.

¿Qué hace un Psicólogo Comunitario?





Características generales de la Psicología Comunitaria




Aspectos que tipifican la psicología comunitaria :


  • Se ocupa de los fenómenos psicosociales producidos en relación con procesos de carácter comunitario, tomando en cuenta el contexto cultural y social en el cual surgen.
  • Concibe a la comunidad como ente dinámico compuesto por agentes activos, actores sociales relacionados constructores de la realidad en la que viven.
  • Hace énfasis en las fortalezas y capacidades, no en las carencias y debilidades.
  • Toma en cuenta la realidad cultural.
  • Incluye la diversidad.
  • Asume las relaciones entre las personas y el medio ambiente en el que viven.
  • Tiene una orientación hacia el cambio social dirigido al desarrollo comunitario, a partir de una doble motivación: comunitaria y científica.
  • Incluye una orientación hacia el cambio personal en la interrelación entre individuos y comunidad.
  • Busca que la comunidad tenga el poder y el control sobre los procesos que la afectan.
  • Tiene una condición política en tanto supone información de ciudadanía y fortalecimiento de la sociedad civil.
  • Fomenta la acción comunitaria la participación y se da mediante ella.
  • Es ciencia aplicada. 
  • Produce intervenciones sociales.
  • Tiene un carácter predominantemente preventivo.
  • A la vez, y por su carácter científico, produce reflexión, crítica y teoría.


Programa UNIPSO


Programa de trabajo de servicio social en la Unidad de Intervención Psicosocial (UNIPSO)

LOCALIDAD Y DEPENDENCIA
Este programa se desarrollará en la Unidad de Intervención Psicosocial (UNIPSO), de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana, Campus Xalapa. Esta unidad fue creada para la intervención e investigación del impacto psicosocial, producto de los desastres socio-naturales, así como de situaciones de violencia.

Misión
Formar psicólogos capaces de responder a situaciones sociales de emergencia, desastre y violencia, incorporando como eje fundamental la atención a la salud mental colectiva de las personas afectadas.

Visión
Que los estudiantes que participen en la Unidad tengan las competencias para los trabajos de protección civil con un compromiso social y ético, basado en la defensa y promoción de los derechos humanos.

OBJETIVOS        

General
Fortalecer las competencias académicas en la formación del estudiante de la carrera de psicología.
Específicos
·         Colocar el tema de la Salud Mental Colectiva como un concepto central en la formación de la Licenciatura en Psicología.
·         Formar estudiantes con las competencias necesarias para participar en situaciones de desastre y violencia, tanto en organización, planeación e intervención.
·         Brindar servicios de atención externa para las personas damnificadas ante situaciones de desastres socio-naturales, o bien por situaciones de violencia.



PLANTEAMIENTO DEL PROGRAMA
La UNIPSO actualmente, centra sus principales actividades en el desarrollo de programas de intervención en las siguientes áreas:
a)      Trabajo con grupos dentro del Centro de Readaptación Social (CERESO) de Pacho Viejo, Veracruz.
b)      Apoyo a escuelas que requieran asesoría e intervención por situaciones que rebasan las capacidades de las instituciones educativas.
c)      Atención individual y grupal a personas damnificadas o que viven en situación de violencia.
d)     Elaboración del Programa interno de protección civil para la facultad de Psicología Xalapa.
e)      Actividades orientadas a la promoción de la salud mental colectiva para caso de desastre y violencia.
f)       Talleres psicosociales para padres e infantes que solicitan atención a la Unidad.  

METODOLOGÍA / PROCEDIMIENTOS
1.      Participar en el trabajo con grupos dentro del Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo, Veracruz.
a)      Exploración de necesidades para el trabajo grupal e individual con internos.
b)      Desarrollo de programa de intervención para grupos enfocados en las necesidades en el ámbito psicosocial de los internos del CERESO.
c)      Creación de grupos en el penal y asistencia semanal para conformar los grupos.
d)     Interpretación y evaluación de la intervención y el trabajo con los grupos.
e)      Atención individual.

2.      Crear y aplicar programas de intervención en comunidades afectadas por desastres naturales y situaciones de violencia.
a)      Gestión y  exploración de necesidades para el trabajo en las comunidades.
b)      Desarrollo de programas de intervención de acuerdo a las necesidades y especificidades de las comunidades y su diferente forma de damnificación, así como dependiendo de las edades que conformarán los grupos de trabajo
c)      Evaluación y seguimiento de las actividades.
d)     Intervención en la ciudad de Cardel, municipio de la Antigua.

3.      Crear programas de intervención y de trabajo a escuelas que lo requieran soportando la visión y misión de la unidad.
a)      Utilización de técnicas de obtención de datos necesarios para detectar necesidades (observación y entrevista).
b)      Determinación y análisis de resultados para establecer la forma de trabajo.
c)      Aplicación del programa y evaluación formativa del mismo.

RECURSOS HUMANOS Y MATERIALES

Recursos Humanos
·         Alumnos de la licenciatura de Psicología.
·         Un coordinador de la Unidad de Intervención Psicosocial.

Recursos Materiales
·         Hojas blancas tamaño carta y oficio.
·         Pliego de papel bond.
·         Marcadores.
·         Cinta Adhesiva.
·         Folders.
·         Grabadora y micrófono.
·         Juguetes.
·         Medio de transporte.
·         Computadora

FUNCIONES Y ACTIVIDADES
Además de las funciones propias de las actividades, se realizaran sesiones de supervisión a los alumnos prestadores de servicio social, reuniones informativas, de capacitación, de trabajo en planeación y organización de los programas que se llevarán a cabo en las instalaciones de la Unidad. 

RESPONSABILIDADES
Cumplir con las funciones y actividades que se mencionan en el programa del servicio social, y las que encomiende el inmediato superior.

DURACIÓN DEL PROGRAMA

Los programas y actividades tendrán una duración aproximada de seis meses, de acuerdo al periodo escolar febrero-agosto 2013.